Un cuento de Anthony de Mello Audio en la voz de Jorge Bucay
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Anthony de Mello - Wikipedia, la enciclopedia libre
Anthony de Mello S.J. (1931—1987) Sacerdote jesuita famoso por sus libros y conferencias de espiritualidad, donde mezclaba la doctrina judeo-cristiana con ...
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Jorge Bucay - Wikipedia, la enciclopedia libre
Jorge Bucay es un psicodramatista, terapeuta gestáltico y escritor argentino. Nació en Buenos Aires en 1949, en una familia modesta del barrio de Floresta. ...
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La tienda que vendía la verdad Un cuento de Anthony de Mello Audio en la voz de Jorge Bucay
El hombre paseaba por aquellas pequeñas callecitas de la ciudad provinciana. Tenía tiempo y entonces se detenía algunos instantes delante de cada escaparate, en cada tienda, en cada plaza. Al dar vuelta una esquina se encontró de pronto frente a un modesto local cuya marquesina estaba en blanco, intrigado se acercó a la vidriera y arrimó la cara al cristal para poder mirar dentro del oscuro escaparate... en el interior, solamente se veía un atril que sostenía un cartelito escrito a mano que anunciaba: Tienda de la Verdad
El hombre estaba sorprendido. Pensó que era un nombre de fantasía, pero no pudo imaginar qué vendían. Entró. Se acercó a la señorita que estaba en el primer mostrador y preguntó:-Perdón, ¿esta es la tienda de la verdad ? -Sí, señor, ¿que tipo de verdad anda buscando: Verdad parcial, verdad relativa, verdad estadística, verdad completa ?
Así que aquí vendían verdad. Nunca se había imaginado que esto era posible, llegar a un lugar y llevarse la verdad, era maravilloso. -Verdad completa -contestó el hombre sin dudarlo. "Estoy tan cansado de mentiras y de falsificaciones", pensó, "no quiero más generalizaciones ni justificaciones, engaños ni fraudes". - Verdad plena! -ratificó.
-Bien, señor, sigame. La señorita acompañó al cliente a otro sector y señalando a un vendedor de rostro adusto, le dijo: -El señor lo va a atender. El vendedor se acercó y esperó que el hombre hablara. -Vengo a comprar la verdad completa. -Ahá, perdón, ¿el señor sabe el precio?
No, ¿cuál es? -contestó rutinariamente. En realidad, él pensaba que estaba dispuesto a pagar lo que fuera por toda la verdad. Si usted se la lleva -dijo el vendedor- el precio es que nunca mas podrá estar en paz.
Un frío corrió por la espalda del hombre, nunca se había imaginado que el precio fuera tan grande. Gra... gracias, disculpe... balbulceó. Se dio vuelta y salíó del negocio mirando el piso.
Se sintió un poco triste al darse cuenta de que todavía no estaba preparado para la verdad absoluta, de que aún necesitaba algunas mentiras en las que encontrar descanso, algunos mitos e idealizaciones en los cuales refugiarse, algunas justificaciones para no tener que enfrentarse consigo mismo... «Quizá más adelante», pensó.
No necesariamente lo que para mi es beneficioso, lo es también para el otro. Puede suceder y es justo que así sea que alguien crea que el precio de cierto beneficio sea demasiado costoso. Es válido que cada uno decida que precio quiere pagar a cambio de lo que recibe, y es lógico que cada uno elija el momento para recibir lo que el mundo le ofrece, sea la verdad o cualquier otro "beneficio"